Temática

Reducción de las tasa de captura incidental de aves marinas

Todas las actividades industriales existentes llevan aparejados ciertos efectos negativos sobre el medioambiente. La pesca extractiva es una más de ellas e, igualmente, también produce impactos ambientales que deben de ser corregidos. Las empresas armadoras y las Asociaciones que las representan son sensibles a esta problemática, al igual que gran parte del colectivo social, y hace ya tiempo han promovido e iniciado iniciativas para paliar y reducir los impactos que pudieran generar compatibilizándolos con los objetivos empresariales propios del segmento en donde se integran.

Uno de los efectos colaterales indeseados que aquejan a los buques pesqueros, en especial en las modalidades de palangre y arrastre, es el relativo a la captura incidental de aves. Este hecho viene dándose desde los inicios de la actividad, pero su repercusión sobre las poblaciones de aves marinas era mínimo dado que las mismas gozaban de buena salud al no ser excesiva la presión ejercida por el hombre en términos globales. Sin embargo, estas poblaciones han experimentado fuertes caídas en los últimos 30 años, afectando tanto a las especies más abundantes como a otras menos frecuentes: la consecuencia es que muchas de ellas, antaño abundantes, son ahora consideradas como especies en peligro de extinción. Cabe reseñar que este alarmante descenso no es achacable en absoluto a la actividad pesquera (sólo en parte) y sí a un conjunto de factores determinados por la presión antropogénica tales como el cambio climático, la pérdida de hábitat, las toxinas ambientales, la reducción de la dinámica de las poblaciones, etc.

El proyecto ESPANTAVES, coordinado por la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo ARVI, se encuadra totalmente en esta problemática y, haciéndose eco de las opiniones y necesidades de sus asociados, sumadas a aquellas nacidas en el seno de la propia Asociación, ha promovido esta iniciativa para dar respuesta al problema y contribuir a una reducción de la mortandad de las especies afectadas. En este sentido, la finalidad e intención del proyecto se alinean con la declaración de Reykjavik sobre Pesca Responsable en el Ecosistema Marino, auspiciada por la FAO en el año 2001, que se hizo eco a nivel internacional de los problemas paralelos que la explotación pesquera conllevaba y supuso un punto de inflexión en la administración de pesquerías al recomendar en su gestión un enfoque ecosistémico e integral que considerase no sólo las capturas que fueran objetivo pesquero sino aquellas otras incidentales que pueden incluir peces no-objetivo. En este contexto, el problema de conservación más crítico al que se enfrentan las aves marinas es la mortalidad causada por su captura incidental en pesquerías comerciales de palangre y arrastre.

De igual forma, el proyecto también se vincula al Plan de Acción Internacional para reducir las capturas incidentales de aves marinas en la pesca con palangre (PAI-AVES MARINAS) que fue auspiciado por la FAO en el año 1988. En ambos casos, su carácter es voluntario y se han elaborado en el marco del Código de Conducta para la Pesca Responsable. El segundo es de aplicación solamente a la modalidad de palangre mientras que la declaración de Reykjavik afecta a cualquier modalidad pesquera. Sea como fuere. Ambos acuerdos internacionales vienen a dar una idea exacta de la trascendencia del problema.